Orquídea Blanca

Uno de diciembre, al fin.

Hace mas tiempo del que me gusta reconocer, La Orquídea Blanca se escapó de mis dedos configurando una historia de la que muchos fuisteis participes desde su primer borrador. Mucha ilusión, demasiadas prisas y poca experiencia dieron lugar a una primera edición que ocupa las estanterías de muchos lectores. Me enorgullezco de ello, pues conseguí lo que pretendía: Compartir unas palabras.

 Sin embargo, al seguir adelante aprendiendo de cada experiencia comprendí que el rumbo que estaban tomando las cosas no era el que yo deseaba para mi primera novela. Por ello, puedo confirmaros que los derechos de La Orquídea Blanca han vuelto a mis manos y, con ella, los derechos de difusión de la obra.

Eso sí, antes de buscarle un nuevo futuro, tenía una cosa pendiente: Su corrección.

A pesar de no contar con el respaldo de una editorial (por elección propia, debo añadir) estoy siguiendo paso a paso los requisitos que una buena publicación debe cumplir. La primera corrección ha sido mía, pues he editado contenidos para darles la forma apropiada, pero las siguientes pertenecen a la mano de una correctora experta licenciada en Filología Hispánica, con la que tengo  la suerte de contar. Llegado su momento, y siempre con su permiso, os la presentaré como es debido pues los hechos hablan por sí mismos.

Además de los problemas, como lo son los fallos ortotipográficos, mejorar la distribución era uno de nuestros objetivos (y a partir de aquí me tenéis que permitir que hable en plural, pues el trabajo que se lleva a cabo tras la fase de corrección está siendo realizado por un pequeño grupo de personas con ganas de hacer las cosas bien. Así de simple). Han sido muchas las llamadas telefónicas, los correos, los comentarios... que me han dejado claro que el libro les era muy difícil de encontrar. Eso no es lo que yo entiendo por compartir mi historia, eso no es lo que entendemos por facilitar la distribución. Por ello, queremos saltarnos muchas de las vallas impuestas para hacerlo llegar a todo aquel que desee leer la Orquídea Blanca.

¿Voy a contar con el respaldo de una editorial? No. Y quiero dejar claro que es porque no lo deseo, porque las posibilidades que se me han ofertado no cumplían con mis expectativas. Quiero compartir esta historia con quien desee leerla, sin importar las fronteras o las comunidades de distancia que existan entre la escritora,  la imprenta y los lectores.

Durante este mes de diciembre os iré informando de todas las novedades al respecto. Al menos, una vez por semana. Y espero sorprenderos.

Carmen María Cañamero